Reflexión Metodológica
“Cuantos más recursos tengas en tu mochila mejores sesiones podrás ofrecer a tus usuari@s”, esta frase es de uno de mis profesores y siempre he pensado en la razón que tiene. Al igual que en medicina no vale la misma pastilla para curar todas las enfermedades y a todas las personas, cuando nos adentramos en el mundo artístico-creativo, tanto para guiar a nuestr@s pequeñ@s artistas en su descubrimiento dentro de este mundo artístico como para acompañar en la mejora de nuestra salud, pienso que no deberíamos tener una mente cerrada y anclarnos o empeñarnos en trabajar dentro de un “método”.
Yo soy la primera que me he formado en diferentes metodologías y algunas de ellas son la base de mis sesiones, pero siempre con flexibilidad y abierta a adaptarme en todo momento a las necesidades de cada uno de mis usuari@s. Digo esto porque a veces te encuentras a gente que te pregunta: ¿Y tú de que metodologías eres?
Dentro de las musicales, por ejemplo: ¿Dalcroze? ¿Gordón? ¿Willems? ¿Orff? ¿Music mind games? ¿Orff por J. Wuytack? ¿Kodály? ¿Martenot? Etc.. También, por ejemplo dentro del movimiento nos pueden preguntar a ver si eres ¿Feldenkrais? ¿Dalcroze de nuevo? ¿Cost-art? ¿Técnica Alexander? etc… o en integración sensorial J. Ayres o método Pikler, etc, etc. y también existen de artes plásticas, teatro, percusión corporal, y luego están además los modelos de musicoterapia y así, hasta el infinito y más allá.
Nadie puede estar formado en todas las metodologías del mundo básicamente porque mañana llega alguien y sistematiza una, la patenta, coge fama y resulta que es igual que otra que ya existía. Dicho de otra forma, muchas de estas metodologías tienen bases comunes y luego cada una se centra en trabajar más un aspecto u otro, de una determinada manera u otra, y creo que todas son recursos buenísimos que debemos tener en nuestra mochila, pero que lo más importante es saber cuándo utilizarlos y con qué personas utilizar en cada momento (cada metodología y cada recurso), ya que igual que una pastilla no vale para curarnos a todos hay métodos que les sirven mejor a unas personas que para otras.