Antes de la pandemia todos y todas tenían sus problemas del día a día. Ya existían las enfermedades, ya había personas con diferentes discapacidades, adicciones, etc. pero con la llegada de la COVID-19 todo se acentuó y los meses de distancia supusieron un retroceso para muchas personas.

La soledad en las personas mayores ya existía antes del “encierro” pero la situación vivida solo nos ha alejado más a los/as unos/as de los otros/as. 

Necesitamos recuperar la ilusión por hacer cosas, pero primero debemos estar bien con nosotros mismos para que vuelva esa sensación y después poder compartir esto con los demás.

El mundo del arte nos brinda ese espacio o refugio donde podemos trabajar esa soledad.

Transformarnos desde dentro para sacar todo aquello que nos “pesa” en forma de canción, de poesía, de movimiento, etc. todo lo que llevamos acumulado y que debemos dejar salir para volver a reconectar con las ganas de vivir y para posteriormente comunicarnos con el mundo de nos rodea.

Las terapias artístico-creativas nos brindan esa oportunidad de sentirnos acompañados y comunicarnos a través del arte. Todos/as tenemos un mundo interior inmenso que a veces nos hace bien y otras no tanto y este tipo de actividades nos ayudan a recuperar la energía y la ilusión de sentir.